A las 6 de la mañana salimos del aeropuerto de Timisoara dirección Tel Aviv. Unos amigos nos comentaron que la comida ahí era muy cara y por ello compramos comida para preparar. Llegamos a las 9 de la mañana y después de coger todos los equipajes fuimos a un punto de información a preguntar como se iba al centro. Tuvimos que coger un tren y luego un bus. Al no tener roaming porque es una ciudad fuera de Europa tuvimos problemas para llegar al Hostel pero finalmente gracias a la ayuda de una mujer llegamos al alojamiento. Hicimos el check in y dejamos todo en las habitaciones. El Hostel se llamaba Roger. Tenía una entrada y una terraza muy bonita. Además, a las noches organizaban eventos para que la gente se conociera entre ellos. Nosotros no acudimos ya que estábamos muy cansados.
Después de dejar las maletas en el Hostel, fuimos a ver el centro de Tel Aviv. Anduvimos por un mercado ". " y nos tomamos un café muy cerca de ahí. La broma nos costó carisima pero ya nos habían comentado unos amigos de que la comida y bebida en Israel era muy cara. Nos costó 2€ y pico! Anduvimos por todo el centro y acabamos cerca de la playa. Las vistas eran muy parecidas a Benidorm. De todas formas, la ciudad vieja y sus calles tenían mucho encanto, con colores azules y amarillas. Sobre las cuatro - cinco, muertos de hambre volvimos al hostal y comimos de la comida que habíamos traído desde Rumania. Un sándwich con pavo y queso. Descansamos un poco y fuimos a la orilla del mar a ver el atardecer. Fue precioso!
Anduvimos por la ciudad nueva y como estábamos muy cansados, volvimos andando al hostal, cenamos otro sándwich, nos duchamos y para las once de la noche estábamos todos durmiendo. Acabamos molidos.